La responsabilidad social corporativa se ha vuelto una parte fundamental de las empresas, sin embargo, no basta con realizarla pues pierde relevancia si no es comunicada adecuadamente.
Cuando haces una memoria de responsabilidad social (RS) o cuando te comprometes con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o realizas acciones de economía circular (EC) te encuentras con que una parte fundamental no solo es la implantación de las acciones, sino también lo es el cómo darlas a conocer. Mucho trabajo conlleva a las empresas plantear todas estas iniciativas para solo dejarlas en despacho. Todas las estrategias enfocadas a la RSC deben escalar, fluir y expandirse mucho más allá de la propia empresa y traducirse en inversión con retornos positivos.
De hecho, una de las oportunidades que generan los ODS o la economía circular es el acceso a nuevos mercados por innovación o políticas sociales, por nuevas ideas y perspectivas que ahorran costes y generan margen. Los logros, los nuevos modelos de negocio, las buenas acciones hay que comunicarlas inteligentemente para ponerlas en valor dependiendo de nuestros interlocutores y grupos de interés prioritarios. La comunicación de la RSC ha de estar adaptada a cada uno de los grupos de interés, pero sin por ello dejar de mantener una coherencia global cuya ausencia podría crear dudas sobre la sinceridad del compromiso con la RSC.
En definitiva, las empresas hoy en día debemos contar con Plan de Marketing Ético y Comunicación con Causa que incluya el mapa de stakeholders y un trabajo de generación de perfiles como posibles audiencias: ¿Cómo nos comunicamos con ellos? ¿Qué objetivos tengo para cada grupo? ¿Qué canales son los más adecuados para llegar a ellos de la forma más eficiente? ¿Con qué recursos cuento? Además de contemplar una serie de estrategias y acciones que vayan encaminadas con la sostenibilidad, la diversidad, la ética, la transparencia y el resto de principios de la responsabilidad social y el buen gobierno corporativo.
Dar a conocer las buenas prácticas de una empresa puede reforzar la relación que se tiene con nuestras audiencias, llegando inclusive a convertirlos en embajadores y defensores de la marca.
Por Beatriz de Andrés, CEO de Art Marketing