Seguro que te suena el concepto Slow (lento) como adjetivo de algunas actividades como slow-cooking (cocinando lento) slow-fashion (moda lenta) slow-living (vida lenta)… En fin, las actividades asociadas a la filosofía slow son aquellas que nos permiten ralentizar el ritmo, conectarnos con el momento presente y valorar las cosas con más profundidad.
Empecemos por el principio. El movimiento slow surgió en la década de 80’s como una respuesta a la cultura de la prisa y la instantaneidad. Se centra en la idea de ralentizar el ritmo de vida y disfrutar de las cosas de manera más consciente y tranquila, prestando atención a los detalles y valorando la calidad sobre la cantidad. En lugar de perseguir la eficiencia y la productividad a toda costa, la filosofía slow se centra en la calidad de vida y en la conexión con uno mismo y con los demás, encontrar un mayor sentido de bienestar y plenitud… pero ¿qué tiene que ver esto con el marketing?
Concepto y tendencias del slow marketing, cuándo es recomendable y para qué tipo de empresas
Se supone que el marketing trata de crear necesidades, fomentar el consumo, aumentar las ventas… pareciera que la filosofía slow es todo lo contrario, ¿verdad? Pues no, el marketing también puede ser lento, e igual o más de eficaz.
El slow marketing es una tendencia que se inspira en la filosofía slow y se enfoca en construir relaciones sólidas y duraderas con los clientes a través de la paciencia y la atención al detalle. En lugar de utilizar tácticas de marketing agresivas y orientadas a la venta rápida, el slow marketing se centra en el valor de la experiencia del cliente y en la construcción de una marca con una identidad fuerte y auténtica.
El slow marketing es más habitual en aquellas empresas que quieren construir relaciones duraderas con sus clientes y que se centran en la calidad de sus productos o servicios únicos que se centran en la sostenibilidad y en la responsabilidad social.
Algunos de los principios del slow marketing son:
- Conexión emocional: El slow marketing se centra en construir una conexión emocional con los clientes, en lugar de simplemente vender productos o servicios. La idea es crear una relación duradera y auténtica basada en la confianza y la lealtad.
- Calidad sobre cantidad: Se enfoca en la calidad sobre la cantidad. En lugar de tratar de llegar a la mayor cantidad de personas posible, a vender el mayor número de productos o servicios posibles, el slow marketing se enfoca en llegar a las personas que están interesadas en la marca y que se alinean con los valores y la identidad de la misma.
- Paciencia: En lugar de tratar de vender rápidamente, se enfoca en construir relaciones duraderas a través del tiempo y la atención al detalle.
- Autenticidad: La marca debe ser fiel a sus valores y a su identidad, y no intentar ser algo que no es.
- Experiencia de cliente: La idea es crear una experiencia positiva y memorable para los clientes, que los haga sentir valorados y que los motive a regresar.
- Sostenibilidad y responsabilidad social: Las empresas que se enfocan en estos valores pueden construir una marca más auténtica y duradera.
Tendencias y estrategias
El slow marketing se enfoca en crear contenido de calidad que sea relevante e interesante para los clientes, que resuene con la audiencia y que les permita conocer más sobre la marca y sus valores.
Las redes sociales son una herramienta importante en toda estrategia de marketing, ya que permiten interactuar con los clientes y crear una comunidad alrededor de la marca, pero en este caso, el enfoque debe ser en la calidad de las interacciones y en crear contenido auténtico y relevante.
Como se enfoca en la experiencia de cliente y busca crear una vivencia positiva y memorable para una relación duradera y auténtica con los clientes, en la que se sientan valorados y apreciados. Por eso, los eventos y las actividades de relaciones humanas, que permiten a los clientes interactuar con la marca de manera personal y auténtica y que permitan a los clientes sentirse parte de una comunidad.
El slow marketing también puede aprovechar el marketing de influencia, recomendaciones de clientes, usuarios o prescriptores y, por supuesto, influencers que estén alineados con los valores y la identidad de la marca, y que puedan ayudar a crear una comunidad alrededor de la misma.
Las técnicas de slow marketing tienen en cuenta la sostenibilidad y la responsabilidad social, y busca enfatizar estos valores en sus estrategias. La idea es crear una marca que sea auténtica y responsable, y que genere un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente.
¿Cuándo es indicado desarrollar estrategias de slow marketing en las empresas?
Vale para cualquier tipo de empresa, pero es especialmente recomendable para aquellas que buscan diferenciarse en un mercado competitivo y enfocarse en la calidad y la experiencia de cliente, y enfatizar sus valores. Por ejemplo, empresas de productos orgánicos, artesanales, locales o sostenibles, las de servicios de cuidado, etc…
La clave es que, en lugar de enfocarse en ventas rápidas y en una estrategia de marketing agresiva, estas empresas buscan construir una comunidad alrededor de su marca, basada en la confianza y la lealtad, que trabaja las relaciones duraderas y auténticas con los clientes, en lugar de simplemente enfocarse en ventas a corto plazo, que los clientes se sientan valorados y apreciados.
Para ello, es importante la coherencia en todos los canales y mensajes de comunicación. La autenticidad y la transparencia, la personalidad y los valores de la marca, y esto se refleja creando contenido de calidad que sea relevante e interesante para los clientes, que resuene con la audiencia, que genere un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente.
Por último, y basado en la experiencia que tenemos en Art Marketing solo me queda reseñar que el marketing lento, no es menos eficaz, eficiente y rentable que el “normal” y que es muy recomendable porque, además de todo eso, es sostenible, congruente, que se enfoca en las personas y en comunicar los valores de la marca.
Autora: Beatriz de Andrés, CEO de Art Marketing