Web sostenible: que es y para que sirve

Web sostenible: Por qué es importante y cómo se hace

Cuando hablamos de disminuir el impacto ecológico en nuestro planeta, normalmente lo asociamos al mundo físico: la basura, la contaminación de las fábricas, el transporte, hasta las explotaciones ganaderas o la agricultura intensiva. Pero todo eso son retos en el mundo analógico y normalmente no tenemos en cuenta que el mundo virtual también deja una huella importante.

Pues sí, algunas cosas etéreas y, desde luego, internet, también deja una huella ecológica importante en nuestro planeta.

Aunque no los podamos tocar, nuestros datos están viajando y almacenándose continuamente en grandes servidores. Para mantenerse y funcionar correctamente estos mega servidores necesitan estar en condiciones adecuadas de temperatura, por lo que mantenerlos así conlleva un gasto energético considerable.

Hablar del diseño web sostenible, no consiste en hacer una publicidad acerca de reciclaje o una comunicación sobre el cuidado que hay que tener con el medioambiente. Sino que se trata de crear un sitio con conciencia para hacer frente a la huella de carbono que se va creando por el uso de los servidores en la red.

 

¿Por qué es importante tener una web sostenible?

Al igual que nos referimos a uso de energía de un vehículo en términos de litros por kilómetros, podemos pensar en el uso de energía web en términos de datos descargados. Esto, en su parte, nos brinda un marco para calcular la relación entre el tamaño de una página web y la huella de carbono.

¿Cómo crear una web sostenible?

Por eso, queremos darte ciertos consejos que puedes aplicar a tu web ya existente o también si vas a crear una. Aunque parezcan que puedan ser poca cosa, la acumulación de pequeñas mejoras producen cambios importantes y con mucha trascendencia.

Empleo/uso de la carga diferida

Gracias a la carga diferida o lazy loading, cuando estemos navegando solo se cargarán las imágenes y otros elementos cuando sea necesario, es decir, cuando entremos en una web solo se verá de forma instantánea la mitad superior de la página, pero el resto solo se abrirá si nos desplazamos hacia abajo.

Esto hace que el consumo de energía disminuya, ya que no se estará cargando constantemente una página al completo (si no la vamos a ver completa). Además, nuestra navegación será mucho más rápida, lo que hace que gastemos menos datos.

Optimizar las imágenes

Con esto no decimos que se reste calidad a las imágenes de una web, pues sabemos la importancia que tienen para reconocer tu marca, sin embargo, imágenes de muy alta resolución aumentan los tiempos de carga de forma considerable, y con ello el consumo de energía de nuestros equipos.

Existen diferentes formatos de imagen, que sabiendo usar correctamente, harán que tengas imágenes de calidad y poco peso. Además, también podemos usar otras herramientas para comprimir el tamaño de estos archivos sin que mermen sus propiedades.

Inserción de Vídeos

Este es uno de los aspectos que más afectan al rendimiento y a la eficiencia de nuestra web. Pero no los podemos dejar de usar, ya que es un recurso que nos aporta mucho.

Sin embargo, podemos minimizar el impacto en cuestión de consumo de energía que produce la carga y visualización de los vídeos. Lo primero es no usar vídeos de alta resolución cuando no sea estrictamente necesario. Tampoco debemos hacer que los vídeos se reproduzcan de forma automática, eso es algo que agradecerán los usuarios que entren desde un móvil usando sus datos.

También, si el vídeo ya está subido a alguna plataforma específica, como YouTube o Vimeo, no los vuelvas a subir a tu web, usa códigos embebidos. De esta manera ahorrarás recursos y espacio en tu hosting.

Diseño de interacción

Este momento es crucial cuando se está desarrollando una página web, pues es el momento idóneo para identificar y definir las características y elementos que pueden causar un impacto negativo en la huella ecológica. Aquí entran, por ejemplo, las imágenes en carrusel que si bien aportan mucho dinamismo deben ser usadas con moderación, pues implican grandes imágenes además del JavaScript que se necesita para que se mueva, y que por lo general añade cientos de kilobytes.

También es el momento para reconsiderar los botones, mapas, publicidad, vídeos… el diseñador web se vuelve un aliado clave en este sentido para mejorar la huella de nuestra web.

Borra todo aquello que no estés usando

Esto puede parecer muy trivial, pero es algo que solemos descuidar. Por ejemplo, instalamos plugins para probar sus funcionalidades, y al cabo del tiempo los sustituimos por otros y los dejamos ahí. O simplemente dejamos de usarlo, pero sin borrarlos del todo. Y lo mismo pasa con las plantillas de WordPress. Sin olvidarnos de imágenes que subimos y quizás pertenezcan a páginas o entradas que ya están borradas.

Todo esto es espacio que estamos ocupando y que supone una carga para nuestra web. Nunca está de más dedicar algo de tiempo para hacer limpia de la basura digital, revisar lo que realmente nos es útil y lo que ya no.

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Quizá todos los consejos y acciones que vamos aprendiendo día a día puede parecer insignificantes, pero si los combinamos y sumamos iremos mejorando no solo nuestra reputación de marca, sino que también, y, sobre todo, nuestro medio ambiente.

Porque “ser verde” ya no solo se limita al reciclaje de objetos, también a la forma en la que convertimos nuestras acciones intangibles en una forma de ayudar al planeta.