Recientemente escuché en una tertulia sobre negocios la expresión: “Going green is now red hot”. La certeza de tal aseveración impactó en la audiencia, como un dardo en el centro de la diana.
Por un lado, en tan pocas palabras se condensaba el estado actual de la gestión de muchas organizaciones, públicas y privadas, que tratan de hacer frente al reto del cambio climático. Es urgente implementar protocolos, medidas, políticas… que mitiguen las consecuencias que ya se están viviendo en forma de subida de las temperaturas, lluvias torrenciales, sequías tremendas…
Sin embargo, la urgencia de ser verde también está presente en el posicionamiento corporativo, en tanto que se ha identificado como un elemento que atrae el favor de los consumidores. En una sociedad cada vez más sostenible, se está demandando a las compañías que posean estrategias de sostenibilidad y, por supuesto, los directivos de estas, además de tenerlas quieren contarlas y explicarlas a la audiencia. El buen negocio no está solamente en hacerlo bien, sino en hacerlo saber.
Como todo, es obvio que hay entidades que se apuntan al carro de la sostenibilidad por propio interés y que piensan en cómo el medio ambiente puede impactar en su negocio. Pero, también hay empresas que han sido defensores, desde hace mucho tiempo, de que su negocio ha de impactar en el medio ambiente mínimamente. En este segundo grupo, la comunicación en valores de sostenibilidad será más eficaz y, también, más creíble.
Entre estos últimos se encuentra el caso de uno de nuestros clientes, Chocolates Artesanos Isabel, una empresa de Alcorisa (Teruel), que desde hace más de cinco años fabrica y comercializa chocolates ecológicos. Los valores de la compañía se basan en la apuesta por el desarrollo del entorno rural en el que se encuentra la organización; la integración en el sistema productivo de colectivos de especial sensibilidad, tales como mujeres con necesidades de conciliación familiar o en riesgo de exclusión social; la defensa del derecho a una alimentación de calidad, tanto por las materias primas utilizadas como por las técnicas y utensilios que se usen y la responsabilidad con la sostenibilidad del medio ambiente y compromiso para minimizar el impacto en él.
Con estos cimientos, completamente integrados en la cultura corporativa, la elaboración de la memoria corporativa en verde de la firma, que hemos realizado desde Art Marketing, ha sido sencilla, porque se ha tratado de contar qué hace y cómo lo hace sin la necesidad de utilizar tratamientos cosméticos que potencien la percepción de sostenibilidad.