Grandes y pequeños, todos en regla
También los talleres más pequeños confían su gestión medioambiental a MEWA, una de las principales empresas de gestión textil de Europa, que les ayuda a evitar las multas por una gestión de residuos incorrecta. En este tipo de talleres, principalmente por su envergadura, logística y recursos, en ocasiones cuesta más poder cumplir con los requerimientos medioambientales.
Por eso MEWA ayuda en estas tareas a sus clientes con un servicio completo de reutilización de paños de limpieza, que incluye el suministro periódico de textiles, su almacenamiento, transporte y lavado dentro del marco legal establecido para la gestión de residuos. Los paños se transportan y almacenan en contenedores de seguridad especiales, con tapa y estancos.
Un negocio que puede salir muy caro
Entre 9.000 y 1.750.000 euros pueden oscilar las sanciones impuestas por el incumplimiento de la ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, que regula el correcto almacenaje, transporte y eliminación de sustancias nocivas.
Material impregnado de aceites usados de motor, líquidos de frenos, refrigerantes y gasóleo son solo algunos de los elementos del día a día en un taller de coches, todos ellos considerados residuos peligrosos.
MEWA se encarga de cumplir estas premisas legales en materia de eliminación de residuos, y gestiona de forma adecuada todos aquellos que impregnan los paños de limpieza. Facilita a las compañías una responsabilidad que, si no cumple la ley, puede incluso enfrentarles a la paralización de su actividad o a la suspensión temporal, en caso de riesgo grave para el medio ambiente o la salud pública.
La alfombrilla eficiente
La gestión textil de MEWA para talleres consiste en una solución práctica para la absorción de aceites y derrames: la alfombrilla MEWA Multitex ®. Se adapta a los espacios más estrechos y absorbe hasta tres litros de aceites de motores y engranajes, disolventes, lubricantes refrigeradores o lejías. Su sistema multicapas transporta los líquidos del exterior hasta el interior y los retiene en un núcleo de forma permanente, de modo que deja la parte exterior prácticamente seca.
Con unas dimensiones de 60 x 90 cm, esta alfombrilla se adapta a los espacios más inaccesibles y protege a los empleados asegurando la retención de los líquidos y evitando su derrame en las instalaciones.