Ozona, compañía especializada en virtualización, afirma que para crear un entorno VDI con éxito es fundamental realizar un detenido análisis de los usuarios y planificar debidamente el proceso de gestión del cambio.
Cuando se aborda un proyecto de VDI, hay que analizar el puesto de trabajo: necesidad de aplicaciones por parte del usuario, dispositivos que utiliza, criticidad de sus funciones, etc. Para ello, Ozona propone la realización de un completo assesment. Marcos Paredes, Director de Tecnología de Ozona, considera “prácticamente imposible justificar un cambio radical de un modelo tradicional a un modelo virtual sin realizar un assessment que analice el punto de partida y los objetivos a conseguir en el escenario objetivo. Solamente de esta manera se podrán identificar los beneficios y detallar el plan de proyecto”.
Es necesario verificar que el modelo virtual proporciona la funcionalidad deseada en cuanto a soporte de dispositivos, redirección de puertos USB, la necesidad de Voz IP bidireccional, capacidades multimedia, capacidades gráficas etc.
En cuanto a rendimiento WAN, es fundamental la optimización del ancho de banda para redes de alta latencia, la priorización del tráfico y el control dinámico del ancho de banda. Además, puede incluir Voz IP en redes WAN, redirección de contenidos client side e integración nativa para aceleración WAN.
Por último, en las capacidades multimedia y 3D, hay que incorporar soporte 3D Open GL y DirecX, capacidad multimedia y server side y flash client y reproducción de audio y video WAN. De manera opcional, sería importante contar con GPU para herramientas CAD (nVidia CUDA) y soporte Office Communicator Server en LAN y WAN.
“Si durante todo el proceso de cambio se salvaguardan las expectativas del usuario, la compañía obtendrá un uso más eficiente del hardware y el software, al permitir establecer infraestructuras flexibles, seguras, económicas y con alta disponibilidad”, finaliza Marcos Paredes.
Otros criterios de evaluación a tener en cuenta en los proyectos de VDI son los tipos de desktop, la monitorización y seguridad de las herramientas, el aprovisionamiento del puesto, la gestión de la infraestructura, el puerto cliente y los hipervisores soportados, así como el licenciamiento.
En aspectos relacionados con la gestión del cambio, es crítico evaluar el impacto en los usuarios y su percepción del entorno. Si se consigue un cambio transparente, el impacto será mínimo y la gestión del cambio se facilita. Por el contrario, si el cambio va a afectar de manera severa el modus operandi habitual de los usuarios, ha de hacerse una gestión del cambio fuerte liderada por la alta dirección de la compañía.