Julio González Liendo
Director General y fundador de Avant Garde RP
Miembro de http://firstpralliance.com
El vertiginoso crecimiento de las redes sociales ha generado un desmesurado y desordenado ingreso de productos y servicios al mundo digital. Todos quieren tener presencia en Facebook, Instagram, Twitter, YouTube y hasta Tiktok, pero carecen de una evaluación sincera y honesta sobre el uso de las redes según sus públicos objetivos. Estar en las redes por estar es sinónimo de desconocimiento y poca estrategia.
Las redes sociales si bien son una estupenda forma de conectarse con las audiencias, también requieren un diseño estratégico para poder atenderlas de la mejor manera. Por eso es imprescindible que su manejo, esté en manos de expertos de las comunicaciones. Es hora de olvidarse de delegar la función de Community Managers en personas que no tienen la comunicación como profesión y que se limitan a crear posts muy bonitos, pero escasos de contenido y mucho menos interacción, lo cual es la razón de tener presencia en las redes sociales.
Es imperativo tener consciencia de que la gente exige mucho más que un simple post informativo, requiere atención y respuestas a sus inquietudes. Es más, estar en redes sociales puede ser mucho más contundente que salir en la prensa, pues los medios de comunicación tradicionales son unidireccionales, es decir, salen de nosotros y llegan al consumidor. Allí termina el ciclo. En cambio, en las redes tenemos la ventaja de encontrar retroalimentación de manera casi inmediata.
Ahora bien, un fenómeno que también ha proliferado en el uso de redes sociales es los influencers, personajes súper jóvenes que han invertido tiempo (incluso algunos mucho dinero) para lograr tener alto número de seguidores. Las marcas, en su afán de entrar en contacto con esos infinitos números se trasnochan para lograr que los influenciadores hablen, comenten y recomienden sus productos y servicios. De nuevo vamos con la falta de estrategia y visión. No todas las marcas deben estar en las redes, ni tampoco deben usar influencers.
Una revisión pormenorizada del alcance de los influencers lleva a detectar que estos no son tan efectivos, porque como todas las marcas quieren tenerlos, estas se diluyen en segundos porque los chicos no tienen ni fidelidad, ni criterio y, por lo tanto, todo cabe en unos segundos de las historias o post incongruentes. Profesionalmente prefiero trabajar con generadores de contenido digital micro y nano, porque sus seguidores son leales y las estrategias pueden generarse con mayor éxito y contundencia. El viejo dicho de que hablen, aunque sea mal, no se aplica a las comunicaciones. Debemos cuidar lo que decimos y dónde lo decimos, lo contrario es contraproducente.
La inversión en comunicaciones es supremamente importante, mucho más en este momento de pandemia, porque de lo contrario nuestros consumidores y/o usuarios van a prestar más atención a aquellas empresas que sí se comuniquen, establezcan
una conexión directa, escuchen las necesidades, se anticipen a las nuevas exigencias del consumidor y, por supuesto, sean disruptivos e innovadores. Esta modalidad digital es una partecita de todo el universo comunicacional que una marca o producto debe considerar. El éxito organizacional sólo se logra con mucha atención a lo que dicen las audiencias y cómo respondemos a ellas.