Tras dos años y medio el movimiento de la Economía del Bien Común se ha consolidado en los 5 estados principales: España, Italia, Suiza, Alemania y Austria, y ha ido expandiéndose por América, Europa del Este, Escandinavia, Australia y Nueva Zelanda.
El movimiento internacional cuenta hoy en día con más de 1300 empresas simpatizantes de todos los tamaños, desde autónomos o micropymes con 1 trabajador hasta organizaciones que superan los 2000 trabajadores. Además se han sumado más de medio centenar de políticos, instituciones públicas, bancos, así como municipios y regiones. Sin olvidar las 166 Asociaciones que, de una forma u otra, vinculan su actividad a los criterios de la Economía del Bien Común
Además el número de personas implicadas en consolidar y expandir los criterios de la Economía del Bien Común se han multiplicado exponencialmente. Hay registradas 4.000 personas, pero este número aumenta ampliamente en el caso de las redes sociales donde las listas de simpatizantes crece a diario.
“Estamos muy orgullosos de todos los voluntarios que están trabajando para involucrarse y expandir esta filosofía que propugna un cambio en la forma de medir la economía. Nos damos cuenta que cada día es menos una utopía y más realidad. Empresas, organizaciones e instituciones, administraciones públicas alrededor del mundo se están poniendo en contacto con nosotros para hacerlo posible en sus propios contextos de actividad, en sus entornos y sus vecindarios. La consecución de este grupo de organización ayudará a que estemos todos en contacto y en sintonía y así, entre todos, lograremos cambiar muchas cosas” asegura Christian Felber, el economista promotor de los principios de la Economía del Bien Común.
Colaboradores acompañan a las organizaciones que deciden involucrarse. Los Auditores controlan y verifican los balances de la economía del bien común. Además, la figura de los embajadores de la Economía del Bien Común, ayudan en la difusión de este movimiento. Profesores, científicos, artistas… como Johannes Gutmann von Sonnentor, Konstantin Wecker o Anna Mercadé, Directora de la unión de empresas en la Cámara de Comercio en Barcelona… Las personas seguidoras del movimiento se constituyen en Asociaciones, Partidos etc. en favor de la economía del bien común.
Los activistas tratan de potenciar y hacer visibles los valores humanos dentro de la economía. Con ello se quiere asegurar , que el bien común sea la finalidad última sobre la que se base la política y la economía, tal y como ya está legislado en la constitución de muchos países.
La actividad de la economía del bien común se diversifica a nivel regional en 100 campos de energías/grupos regionales y a nivel jurídico en asociaciones nacionales y municipales y/o locales. El trabajo del equipo IKT consiste en poner en práctica las decisiones tomadas y consensuadas en las asambleas, asociaciones y campos de energía, coordinando y asistiendo además todos los trabajos y/o proyectos que emergen de las empresas, colegios, municipios, así como del movimiento general.