Scroll Top

Demandas de los clientes vs necesidades de los periodistas

Autor: Beatriz de Andrés
Cargo: Directora General Art Marketing

Aunque los gabinetes de prensa o las agencias de comunicación no son nuevos, sí lo es la dimensión que están teniendo dentro de las organizaciones y también ante los medios. Sin embargo, todavía hay que ajustar las demandas de las empresas con las necesidades de los periodistas y la oferta de los medios con lo que quiere la audiencia. La labor del informador (ya sea periodista, responsable de comunicación institucional) es conocer en todo momento cuáles son esas carestías y alinearse con el público porque, si no lo hace, el efecto puede ser contrario al buscado.
Desde el formato, hasta el contenido, todo aquello que se emita con el objetivo de que se convierta en una comunicación eficaz, debe ser útil y adecuado para que llegue al receptor. En la comunicación institucional, la cadena se complica, porque hay dos receptores clave en el proceso. El periodista que habiendo tamizado, cribado y en mayor o menor medida digerido el mensaje, lo transmite a través de los soportes en los que trabaja. Y en segundo lugar y, hasta ahora, al final del proceso como simple receptor pasivo lo que se ha definido por el impersonal término de “audiencia”.
Pensemos en un periodista que trabaja para un medio de comunicación. Recibe miles de emails de forma diaria. Y de todo tipo: procedentes de asociaciones, de instituciones públicas, de organismos internacionales, de compañías grandes, de pequeñas filtraciones, estudios, encuestas de opinión…
Y además, deben buscar noticias, contactar con fuentes, contrastar datos, redactar los textos, asistir a ruedas de prensa, realizar entrevistas, atender los foros y las redes sociales, así que no están para perder mucho el tiempo. Es decir, ha aumentado el número y los canales de los inputs que reciben los periodistas al tiempo que las empresas han visto reducidos sus ingresos en publicidad por lo que han tenido que estrechar sus recursos a lo máximo llegando a “estrangular” las redacciones de un modo jamás visto hasta ahora. Por no hablar de las condiciones laborales de la mayoría de los periodistas en España que se encuentran con empleos en bastante precariedad y en general, mal remunerados.
El responsable de comunicación, el consultor o el ejecutivo de cuentas en las agencias debe ser consciente de todo ello. Debe saber que el periodista tiene un tiempo limitado, debe conocer cómo se trabaja en los medios, debe tener una estrecha comunicación con ellos y, sobre todo, debe transmitir al cliente qué es lo relevante para un medio y qué no. Y debe de saber cómo alinear la estrategia de comunicación de su cliente con lo que es publicable y en los medios que se adecuan, por sus públicos y audiencias, a los temas comunicados.
¿Información comercial o Información?
Además, ¿cuántas veces la información empresarial pasa completamente desapercibida y sin apenas repercusión mediática, aunque para el cliente sea una información valiosísima? Muchas. El principal motivo que todavía se percibe que la información corporativa es publicitaria – y en muchos casos, así es.
Los medios necesitan que las compañías ofrezcan una mayor transparencia y calidad en los datos que se les proporciona. Muchas veces – no me voy a aventurar a decir en la mayoría porque sé que esto está cambiando en gran parte por la especialización de las agencias y la llegada de Licenciados en Periodismo experimentados a la comunicación institucional – las empresas ofrecen un enfoque publicitario y comercial a sus artículos y notas de prensa, por lo que los medios no tienen más remedio que rechazarlas.
Tenemos que tener claro qué es lo que el periodista necesita en cada momento, cuáles son sus prioridades y los temas de actualidad que está tratando y las audiencias a las que van dirigidos. No consiste en que el cliente intente salir en los medios porque es “el mejor” o “el líder” (¡uff, cuántas definiciones de empresas con esa palabra!), sino que se debe adecuar a lo que el periodista precisa para poder ofrecerle una buena información.
Y es que, no nos equivoquemos, también los medios no publican información que está bien redactada, estructurada y con datos contrastados, pero las razones suelen venir por poco espacio, porque hay otras noticias más relevantes, porque es un tema que ya se ha tratado o porque la actualidad manda y, a lo mejor, nuestro comunicado es atemporal y se queda en la nevera para terminar muriendo congelado…
Como decía, hay que tener en cuenta que un periodista a lo largo de un día recibe un gran volumen de notas de prensa y propuestas por parte de las agencias y los gabinetes. Por esta razón, recomendamos comunicación empresarial caracterizada por la novedad, el rigor y la utilidad para que el periodista pueda darle salida y generar cobertura, en el momento que lo necesita y no con el calendario que manda el departamento de marketing de la empresa.
Hoy, más que nunca, es fundamental tener una comunicación fluida, constante y profesional (sin amiguismos, ni compromisos personales) para poder llegar al tipo de público que interesa. Por eso, es más importante el perfil del medio que su tirada o difusión. Para las compañías y organismos (especialmente en estos momentos de concreción presupuestaria) es más valioso llegar a 25 clientes que te compren que a 25 millones que no te compren.
Muchos directores de marketing sólo quieren salir en los medios generalistas y nacionales porque son los que más números de lectores (escuchantes o televidentes) a los que llegan dichos medios, pero sin tener en cuenta si está ahí su público objetivo… Es más una cuestión de “nombre” que por la eficacia de esa comunicación. Muchos dejan de lado a los pequeñas revistas sectoriales, minusvaloran los on line u olvidan que los medios locales y provinciales, a pesar de tener menos audiencia, la suma de todos ellos, supera, y con creces, la de las grandes cabeceras informativas.

Entradas relacionadas